No ha sido un ataque del malvado Lord Voldemort, sino un tremendo incendio lo que ha reducido el Castillo de Hogwarts a cenizas. El pasado viernes por la noche, durante el rodaje de Harry Potter y las reliquias de la muerte, uno de los escenarios principales de la saga fue pasto de las llamas.
Aunque todavía no está clara la causa del fuego, los medios británicos señalan que fue durante la filmación de una de las grandes batallas de esta última entrega cuando se originó el incendio. A los especialistas se les fue la mano con los efectos pirotécnicos que terminaron escapando de su control y calcinando buena parte del mítico decorado ubicado en la localidad inglesa de Hertfordshire.
"Estabamos rodando una escena en la que Hogwarts salta por los aires durante una batalla", afirmó una fuente al diario Conventry Telegraph que relató como el fuego terminó "totalmente fuera de control". Dos dotaciones de bomberos acudieron el viernes por la noche a los Estudios Leavesden y tardaron más de una hora en controlar las llamas que dejaron el castillo hecho cenizas y unos daños estimados en unas 100.000 libras (algo más de 110.000 euros).
Afortunadamente, las más de 100 personas que en esos momentos trabajaban en los estudios salieron ilesas no hubo que lamentar daños personales. Además, para tranquilidad de los fans, en el momento del incendio ninguno de los protagonistas, ni Daniel Radcliffe, ni Emma Watson ni tampoco Rupert Grint, se encontraban en el set de rodaje.
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