Los de la Panda
(son mayores)
EPISODIO I
Un día en el campamento
Estando en un campamento juvenil y después de un día muy soleado, terminó este con una noche de luna llena, y a última hora de las distintas reuniones, estalló una gran guerra entre chicas y chicos, por diferencias entre la forma de pensar de distintos criterios personales referentes a la personalidad de cada bando, uno masculino y otro femenino.
Ante tal diferencia de criterios el jefe de los chicos mandó a tres de estos a espiar a las chicas, estos eran Jesús García, Álvaro Arroyo y Jesús Gil.
Del mismo modo, la jefa de las chicas mandó a espiar a tres chicas llamadas M. Casado, Carmen y Marta.
Con el criterio masculino de algunos espías, estos se dedicaron a observar la conducta en el campamento del grupo de chicas que mas destacaron en las conversaciones mantenidas en las reuniones que habían tenido poco antes de separarse los respectivos grupos.
De igual modo por parte de las chicas pero sin que los chicos se percataran de que estaban siendo observados por estas, ellas se escondieron detrás de unos arbustos próximos al campamento.
Uno de los tres espías, se dio cuenta de que detrás de unos arbustos, se escondían algunas personas desconocidas hasta el momento por los espías de los chicos, avisó a sus compañeros de lo que había observado, y una vez puestos al corriente de lo que estaba ocurriendo en su entorno, estos prepararon una estrategia a fin de coger a quien se escondía con tanto sigilo detrás de los arbustos.
Jesús García dijo que para poder efectuar una batida, era necesario que se separaran para poder camuflarse y así sorprender a quien tanto miedo les podía dar al no querer presentarse ante ellos y escondidos, los observaban.
Jesús García se quedaría en el lugar que estaba para seguir observando.
Álvaro y Gil disimularían que volvían al campamento, pero en realidad lo que harían es rodear el lugar donde se presumía que había alguien observándolos.
En tanto en medio de la oscuridad donde ellas estaban, oyeron un ruido cerca del lugar donde se encontraban, lo que las puso en guardia hasta que pudieran saber a que correspondía referido sonido.
Como en la oscuridad del campo apenas si veían a poca distancia, ellas también quisieron hacer alguna acción en su defensa, para que no las pudieran sorprender.
Marta propuso a sus compañeras efectuar alguna acción y no quedarse paradas todas en la misma posición, por lo que tomaron la decisión de separarse y volver con noticias de lo que pudieran observar.
Marta dijo que ella se encargaría de vigilar a Jesús García.
Las Carmenes se pusieron de acuerdo en ir juntas para encontrar a los otros chicos.
Marta sigilosamente y como una tortuga ninja, se deslizó para sorprender a Jesús García que estaba solo escondido a la espera de que regresaran sus compañeros, esta hizo un pequeño ruido al pisar unas ramas y Jesús se asustó un poco al no esperar a nadie tan pronto por aquel lugar, pero cual fue su sorpresa al comprobar que la persona que se acercaba al lugar donde él se encontraba era su muy encantadora amiga Marta.
Esta al ver que su Jesús de su alma se había dado cuenta de su presencia, sin más se fue a su encuentro para estar junto a él, y así disipar el miedo que tenia en medio de la noche.
Álvaro dijo a Gil que se separaran para poder mirar en una extensión más grande de terreno, lo que enseguida hicieron.
M. Carmen Casado haciendo un recorrido por el campo se dio cuenta que muy cerca de ella paseaba alguien, por lo que ella intentó acercarse cuidadosamente para ver quién era, y cual sería su sorpresa al comprobar que la persona que andaba por el monte, era nada más y nada menos que su entrañable amigo Jesús Gil, y en vista de ello, salió corriendo a su encuentro, a fin de perder el miedo que de ella se apoderaba.
Carmen que deambulaba por otro lugar, también observó que alguien la seguía, y cuando miraba hacia atrás no veía a nadie dado que este se escondía entre los matorrales y era imposible reconocerle en la oscuridad, pero cual fue su sorpresa que al girar para dar la vuelta se tropezó con su querido amigo Arroyo, que mas que miedo le dio un alegrón ya que ella también tenia un poco de miedo.
También y al parecer se comunicaron telepáticamente para que todos volvieran a sus respectivas bases.
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