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domingo, 20 de septiembre de 2009

KOCHIKAME

Si hoy en día nos preguntáramos cuales pueden ser las razones del éxito de una serie podríamos pensar en multitud de ellas: su autor/a, una buena historia, personajes carismáticos…etc. pero, ¿qué hay de esas historias que permanecen a lo largo del tiempo de una manera continuada y cuyo éxito no parece agotarse a simple vista? Uno de los ejemplos claros y quizás el mas significativo esKochikame, la serie que os vamos a reseñar y unas de las mas largas de la historia del manga.

Comenzando por el nombre de la misma serie, Kochikame no es mas que una simple abreviatura de Kochira Katsushika-ku Kamearikouen-mae Hashutsujo, un titulo difícil de recordar si nos atenemos por su longitud pero que traducido vendría a ser “Estación de policía enfrente del parque de Kameari en Katsuhika”.

La historia como su propio nombre indica se centra en las aventuras y desventuras de una estación de policía donde conoceremos a una serie de personajes y entre ellos al protagonista. Kankichi Ryotsu es un hombre de 36 años del que podríamos pensar como en alguien corriente, pero las cosas no son lo que parecen. Si bien es cierto que Ryo-san ha conseguido un puesto como policía en la comisaría de Kameari , su capacidad de dedicación al trabajo es inversamente proporcional a su capacidad para maniobrar estrategias en las que la consecución de “elementos” que tengan valor es esencial. Así es, Ryotsu no puede permanece inmóvil ante la posibilidad de conseguir dinero y excusa ese vicio diciendo que el sueldo del policía base es una miseria.

Él es el tipo de “shitamachi” simpático, con una fuerza física impresionante y más peculiar si cabe teniendo en cuenta que no lo aparenta. Al mismo tiempo, se define como un “otaku” y un gran conocedor de las nuevas modas en la cultura popular y la tecnología del consumidor aunque él tenga cierto cariño por lo tradicional de tiempos pasados.

Ryotsu, por otra parte, es un gran aficionado al “pachinko” y a las apuestas en carreras de caballos. A pesar de su manera de vivir, Ryotsu se define como un soltero convencido aunque las mujeres que se le han acercado son muy particulares.

En su misma comisaría, también encontramos a Kei-ichi Nakagawa, un joven policía de uniforme amarillo hijo de un poderoso empresario japonés que decidió ejercer de policía aunque en las distintas sucursales de las distintas empresas que controla su familia es conocido como “señor”. Durante las historias que vemos, Nakagawa luce diversos modelos de Ferrari o coches similares con los que dota en ocasiones de una gran efectividad a la comisaría. A pesar de ser rico, con éxito entre el sector femenino y eficiente en el trabajo, es totalmente atento y modesto.
También conoceremos a Reiko Akimoto una atractiva joven fácilmente identificable por ese uniforme chillón rosa y cabellos rubios. Es medio francesa y fue educada en EEUU por lo que domina numerosos idiomas. De carácter dulce, Reiko es un agente peligrosa y bien entrenada. En ocasiones, pierde los nervios con Ryo.

Por otro lado, también tenemos al Jefe Ohara, un hombre que está totalmente sobrepasado por la influencia de Ryotsu pero que busca ante todo que la comisaría funcione lo mejor posible y Terai, un hombre de mediana edad que intenta hacerse mas valiente en su función de policía.

Sin duda, el éxito de Kochikame viene muy determinado por sus personajes secundarios de los que destacaremos a:

Honda, un policía urbano con una personalidad cobardica como ha sido costumbre en su familia pero en el momento en que se sube a su moto sufre un cambio de personalidad abismal. El mismo efecto sufre el resto de su familia con otros objetos.
Destacar también a Maria una joven policía de la central con una fuerza sobrehumana y que esconde un secreto bajo su uniforme; también tenemos a Matoi Giboshi, Saotome, Haya Isowashi, Haru Mido, Volvo, Sakonji… y una gran cantidad de personajes mas que darán su toque personal a las historias diarias de la conocida serie.

Como comentábamos al principio, Kochikame es una de las historias mas largas de la historia del manga japones. Actualmente la cifra de tomos de la que consta la serie es enorme y se cifra en 148 tomos, cifra que podría ir incrementándose en el tiempo pues la serie permanece abierta. Haciendo un poco de historia, la serie se inició en 1976 y fue serializada en la Weekly Shonen Jump. Su autor esOsamu Akimoto, un autor que se podría decir ha dedicado su vida a su propia obra ya que incluso el inicio de otras ideas no parecían tener cabida gracias a la excesiva demanda que generaba Kochikame. Más de 1500 capítulos y los que vendrán forman parte de esta historia únicamente superada por la ya iniciada en 1968, Golgo 13.

Para Akimoto no es nada sorprendente ver como su manga vende millones de copias o como continua situándose en los top-ten de ventas rivalizando con conocidos shonen y shojo de distintas temáticas. Las explicaciones al fenómeno “Kochikame” pueden ser diversas pero hay una que ciertamente resulta interesante y que el mismo autor comentaría en una entrevista:

” Kochikame es un homenaje en curso a la gente de clase obrera y a los distritos de Tokio. Es el punto de vista de un policía japonés sobre la ciudad que le vio nacer”.

Y así es, Kochikame tienen un elemento muy característico, es una historia que pueden leer todos y donde el porcentaje de lectores adultos respecto del juvenil es superior. Esto podría resultar chocante pero no lo es tanto al contemplar como la historia evoluciona a la vez que la sociedad, y ejemplo de ello son los comentarios/opiniones que vierte el autor Osamu en boca de sus personajes sobre cambios políticos en Japón, sobre el enfoque de la ciudad, los distintos grupos sociales, la cultura o fenómenos peculiares como fue en su día el Efecto 2000 o es el calentamiento de la Tierra.

Como toda serie de éxito también se realizó su versión anime. El anime, haciendo honor al manga, también es extenso en número de capítulos sobrepasando los 300. La historia animada comenzó su andadura en el 96 y fue emitida por la Fuji TV. El estudio de animación fue Studio Galop, quien ya trabajara en series como Rurouni Kenshin o la reciente Eyeshield 21. La calidad de animación es buena donde los colores vivos destacan con facilidad. La serie consta también de 4 especiales, dos películas y como ya parece ser una moda, de un “Live Action”. La cantidad de merchandising también es un elemento más del éxito donde podemos encontrar incluso dibujos realizados por el mismo Ryoen la serie.

El anime lo están emitiendo diferentes cadenas autonómicas como TVC en su franja horaria de mediodía a través del programa contenedor juvenil 3xl.net, TVG o TVV entre otras...

Un elemento mas que resulta reseñable y que a día de hoy puede resultar chocante es el hecho de que el mismo protagonista de la serie Kankichi Ryotsu tenga una estatua en la ciudad de Tokio y que resulte un elemento turístico más. Esto certifica hasta que punto la serie está inmersa en la sociedad japonesa, éxito que no ha llegado a ser enormemente trascendente a nivel internacional donde apostar por el manga podría resultar una “locura”.

Resumiendo, si queréis disfrutar de una serie de polis desenfadada, lejos del concepto que suponen Patlabor o Taiho Shichauzo! y donde el humor es un punto vital de la serie, será mejor que sigáis las andaduras de Ryo-san y demás en busca de conseguir la seguridad en Tokio.

es la serie con el récord de tomos publicados, un total de 158 a fecha de enero de 2008. Un momento, ¿¡158!? A unas 190 páginas el tomo, esto equivale a ¡31.590 páginas de manga!
Aunque Aquí la comisaría de policía de enfrente del parque de Kameari, en el distrito de Katsushika (así se traduciría el título) se empezara a publicar en 1976 (o sea, que tiene mi misma edad, ¡argh!), no ostenta el récord de manga más longevo (récord que ostenta Golgo 13, en publicación desde 1968). Lo increíble de este manga es que, semana tras semana (y sin faltar ni una sola), durante más de 31 años, ha estado publicándose en las páginas de la famosísima e hiper-competitiva Shônen Jump, notoria por ser la que ha parido más éxitos (de lejos) del mangashônen japonés. Una revista en la que, a la mínima que una serie pierde apoyo popular, se corta sin más contemplaciones.

Pues KochiKame lleva aguantando 31 años ahí, y con más salud que nunca, siempre manteniéndose en los puestos altos de las votaciones de popularidad de los lectores.
Por si fuera poco, siempre que veo fotos de Osamu Akimoto, el autor, alucino con este hombre. Siempre aparece sonriendo, con una expresión dulcísima en la cara, ¡feliz de la vida! Semana tras semana, currando en esta serie sin parar durante la friolera de 31 años seguidos (y ojo, porque a veces -aunque pocas- le da por ponerse a hacer otras series o proyectos diferentes como libros, etc.). Osamu Akimoto es uno de los mangaka a los que más admiro, ¡y es que, a diferencia de la mayoría, jamás le he leído quejarse de lo duro que es su trabajo, ni de la falta de tiempo, ni nada! ¡Y siempre con esa amable sonrisa en la cara!

a serie va sobre las andanzas de Ryôtsu, un agente de policía de lo más bruto, ruin, marrullero y deshonesto (¡pero que se hace querer!). Acompañado por un elenco de personajes bestial, con centenares de personajes diferentes, cada capítulo es una historia autoconclusiva de humor. Esto posibilita que cualquiera se pueda enganchar a la historia desde prácticamente cualquier tomo, y por ejemplo KochiKame es una de las opciones de lectura habituales en los lugares en los que el cliente debe esperar y matar el tiempo (peluquerías, dentistas, comercios de comida para llevar, etc.). Prácticamente todo Japón conoce a Ryôtsu y, si tiene un rato disponible, no duda ni un instante en tomar un tomo del manga y leer uno o dos capítulos al azar.


La gracia de KochiKame no radica sólo en sus personajes ni en su humor. A mí me encanta leerla porque el autor procura estar siempre a la última en tendencias, tecnología, videojuegos, etc., además de ser un erudito en la historia y tradiciones de Tokio y lugares de interés. Así, en los últimos tomos vemos a Ryôtsu discutir sobre las consolas de última generación (PS3, Wii, X-Box 360), ir a un maid café en Akihabara, etc, pero también participar en un festival tradicional o en un torneo de shôgi. Es una manera divertida de conocer las tendencias de la sociedad japonesa actual y aprender sobre tradiciones o lugares, ¡aparte de que la serie tiene un “no-sé-qué” que engancha muchísimo! Aunque me enganché al manga sobre el tomo 140, a raíz de trabajar en la traducción de la versión animada de la serie, es uno de los pocos manga que sigo religiosamente a medida que se van publicando tomos en Japón, ya que casi parece hecho para mí. Aunque su humor es bastante universal (aunque muy exagerado y cafre), el marco en el que se desarrolla la historia (barrios tradicionales de Tokio) y el trasfondo de la misma -más “nipona” que el anime- provocan que este manga tenga prácticamente nulas posibilidades de triunfar fuera de Japón.


Una última curiosidad es que el autor firmó los primeros cinco tomos de la obra con el apodo Tatsuhiko Yamadome, 山止たつひこ parodia del nombre 山上たつひこ (Tatsuhiko Yamagami), el autor del famoso manga setentero Gaki Deka (humor cafre sobre policías). Nótese que la diferencia entre ambos nombres escritos en kanji es un solo trazo en un carácter (止 vs 上). Sólo las primeras ediciones de los primeros cinco tomos están firmadas “Tatsuhiko Yamadome” y actualmente son muy difíciles de encontrar. Así, una de las joyas de mi colección es una primera edición del tomo 1 (de 1977) firmada con el apodo Tatsuhiko Yamadome. Para contrastar, también tengo la 96º (!!) edición de este mismo tomo 1, de 1994, firmada “Osamu Akimoto” 秋本治.


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